Más conocida como "la Mamá Rigola", con 30 años, la madre de familia también se sacó el carnet de conductora de autocar, para poder dar más servicio y así poder llevar a mas niños con el transporte escolar. Fue una gran novedad ver a una mujer al volante de un vehículo lleno de niños y niñas.
En 1995 Autocars Rigola se convirtió en Autocars Transcerdanya, momento en el que la empresa pasó a manos de los hijos, quien iniciaron nuevas líneas de trabajo nacional e internacional. Con la apertura de las sedes en Puigcerdà y Berga, Transcerdanya pasó a ser la empresa de transporte de viajeros de referencia de la zona del Pirineo, sobretodo en terreno de nieve.